La relación de pareja puede ser una fuente de conflicto que afecta al bienestar emocional individual de cada uno y a la dinámica entre ambos. Esto puede requerir atención profesional que ayude a visibilizar problemas no resueltos, promover una comunicación más fluida y asertiva y comprender las necesidades de cada uno y la manera en que se atienden.
Los problemas en la convivencia suelen cronificarse generando un gran impacto en la relación de pareja y la vida cotidiana. Es por esto que pueden precisar un ajuste en cuanto al reparto de las tareas, del tiempo dedicado a la relación o al cuidado de menores.
Diferencias en cuanto a los proyectos futuros. Muchas veces no coincidimos en los planes o el momento para realizarlos, tomar decisiones en cuanto a la parentalidad,
La pareja puede atravesar diferentes procesos evolutivos que generan crisis personales y/o en la propia relación.